Volvía la Champions al Santiago Bernabéu y el partido tenía un interés mediático solo comparable a un Real Madrid-Barcelona. El rival era el Manchester United. Los de Ferguson llegaron con hambre y con el objetivo de conseguir anotar en Chamartín. Por su parte los madridistas tenían los ojos puestos en su estrella, Cristiano Ronaldo, quien se enfrentaba a su ex equipo.
Sin embargo, a pesar de que el partido presagiaba ser uno de los encuentros más importantes de la temporada, ha defraudado a más de uno, mientras que para mi ha sido el partido que esperaba. Ni un partido bueno de unos ni un partido malo de otros. Cada uno ha cumplido a la perfección mis espectativas.
El Real Madrid dominó durante todo el partido, en especial hay que destacar el papel de Özil, incansable a la hora de pedir el balón y de volver loco a Rafael. Los merengues llegaban al área rival, pero no terminaban de coger puerta ni de definir las jugadas, ya que el único que generaba peligro era Ronaldo con disparos desde la frontal. Por otro lado, desde las bandas surgían centros a cada cual más malo, de Arbeloa y de Coentrao, pero curiosamente fue en uno de estos centros, cuando Di María puso el balón en el área para que rematase Ronaldo con un cabezazo inapelable, similar al de la final de la Champions de 2008 contra el Chelsea.
La segunda parte el Madrid bajó el ritmo y llegaron más ocasiones para el United, fue entonces cuando Mourinho se rindió y optó por sacar a Modric y a Pepe, con el objetivo de aguantar el resultado.
Desde el bando británico, los de Manchester salieron a hacer su partido. Ferguson tenía perfectamente previsto lo que iba a hacer el Madrid por lo que bajó a Rooney casi al mediocampo para ayudar a Carrick y a Jones, además de tratar buscar la espalda de Arbeloa y de Coentrao. De la defensa del United poco que decir, impecable, quizás se le podría reprochar algo a Rafael en alguna jugada pero por lo demás muy contundente. También muy a destacar el partido de Welbeck, sin duda el hombre del partido, con llegada a puerta y bajando a defender constantemente, uno de sus mejores partidos de la temporada.
En cuanto al gol de los 'red devils', llegó en un corner (el principal punto débil de este Madrid de Mourinho), que remató magistralmente Danny Welbeck para ponerse por delante en el marcador. Gol muy muy valioso que deja al United con un pie en los octavos y que obliga al Real Madrid a marcar en Old Trafford.
La vuelta en Manchester decidirá quien pasará a la siguiente ronda, esto es fútbol, esto es la Champions.
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