jueves, 28 de febrero de 2013

Arthur Friedenreich. ¿El mejor jugador de la historia?


Cuando los futboleros entramos en el tan delicado debate de nombrar al mejor jugador que ha tenido el mundo del fútbol, siempre hablamos de la magia y de la elegancia de Pelé, del fútbol total que realizaba Di Stefano, de la creatividad y el estilismo de Cruyff o de las jugadas inverosímiles con esa zurda mágica que tenía Maradona, pero nunca llegamos a un acuerdo para delimitar quien ha sido el mejor de la historia.

Pero a este cuarteto de magníficos hay que añadirle un quinto, un jugador que deslumbró con su fútbol en las dos primeras décadas del siglo XX, un jugador muy poco conocido por los aficionados, bien porque se tiene poca documentación, tanto escrita como visual de esa época, o bien porque por aquel entonces, las federaciones de fútbol no trabajan como ahora en temas estadísticos y de seguimiento de futbolistas. Ese jugador es Arthur Friedenreich.

El “tigre” o “mulato de ojos verdes”, nació en la ciudad brasileña de Sao Paulo, en el año 1892, siendo hijo de un comerciante alemán (de ahí su apellido) y de una brasileña, de ahí su apodo, ya al ser su padre europeo y su madre de color. Friedenreich no lo tuvo fácil es sus comienzos en el fútbol, ya que empezó jugando al fútbol en los barrios más humildes de Sao Paulo, con una pelota de trapo, pero además, en aquellos tiempos el fútbol solo estaba destinado para que jugasen ricos y chavales blancos (se llego a decir que se maquillaba la cara con polvo de arroz para parecer blanco). Pero a pesar de esto, su enorme calidad y su maravilloso juego le hizo convertirse en uno de los mejores de la historia.

Su carrera la desarrolló íntegramente en Brasil, jugando en varios Equipos, casi todos ellos pertenecientes a la liga paulista, siendo su año de debut en 1909, con apenas 17 años (al igual que el mítico pelé). Fue máximo goleador de la competición paulista en 9 ocasiones, ganando además hasta 8 veces los campeonatos paulistas. En una gira realizada con el Sao Paulo por Europa en 1925, de los 9 partidos que jugaron, ganaron 8, marcando Friedenreich un total de 11 tantos, deslumbrando al viejo continente con su fútbol, apodándole los cronistas de la época como ”Rey del fútbol” o “rey de reyes”.

Con la selección brasileña hizo su debut en 1914, logrando la Copa Roca ese mismo año (torneo disputado en su día por Argentina y Brasil), la Copa de América en 1919 (donde fue máximo goleador con 4 tantos, siendo recibido en Brasil como un autentico héroe) y ese mismo torneo en 1922. No jugó el mundial de Uruguay de 1930, porque además de contar ya con 38 años y haber tenido poco antes de esta fecha una grave lesión, las diferencias existentes entre las ligas de Rio de Janeiro y Sao Paulo, ocasionaron que solo fuesen a ese mundial los jugadores de las ligas de Rio de Janeiro.

A lo largo de su carrera, “el tigre”, y según crónicas de estudiosos del fútbol, consiguió un total de 1.239 goles en 1.329 partidos (más goles que Pelé). Otros afirman que estos números están cambiados, que fueron 1.329 goles en 1.239 partidos. Otros que fueron 1.354…. Otros que 1.379…. Lo que sí parece cierto, es que su promedio de goles fue mayor que el de Pelé.


Arthur Friedenreich se retiró del fútbol en 1935 con 43 años, falleciendo en 1969 con 77 años. Para muchos, este jugador ha sido el gran olvidado mejor futbolista de la historia.

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