viernes, 16 de agosto de 2013

Granero, uno entre un millón.

"Que lejos va a llegar", "que bueno es este chico", "a este paso seguro que acaba en un grande", "en un par de años es una estrella"... cuantas veces habremos oído esta frase en boca de alguien. Sin embargo esas predicciones no siempre son correctas, muchas veces los jugadores se lesionan o simplemente se quedan estancados como eternas promesas. 

Este último caso es el de Esteban Granero. Llegó al Madrid como el sustituto de Xabi Alonso y como el próximo director de orquesta del Real Madrid, pero las cosas se torcieron un poco y lo que iba a ser una estrella se terminó estrellando en el camino. El jugador no era ni mucho menos titular en el Madrid y los escasos minutos que disputaba se mostraban desapercibidos con pases al espacio (literal) y con disparos que se iban a las nubes. Muchos, a pesar de todo, seguían confiando ciegamente en él con argumentos que decían que era joven y además español, por lo que había que ser pacientes con él y seguir dándole minutos. Unos minutos cada vez más complicados dentro de un equipo en el que no tenía sitio.

Vista la situación, la dirección del club y el entrenador decidieron buscarle una salida lejos del Santiago Bernabéu, el destino elegido fue Londres, a un recién ascendido Queens Park Rangers, el cual tenía un proyecto "atractivo" con jugadores de nombre como Julio César, Bosingwa o Bobby Zamora. Granero accedió y se marchó a la capital británica buscando esos minutos que no había tenido en Madrid. 

Las cosas fueron de mal en peor y lo que empezó como un proyecto atractivo y emocionante terminó siendo una auténtica catástrofe. El equipo se mantuvo toda la temporada como colista de la Premier League, con partidos realmente bochornosos y con un Granero sin ideas que terminó por ser un habitual del banquillo de Loftus Road. ¿Que pasaba? ¿Era Granero? ¿Era el equipo? ¿La presión? Yo os lo voy a decir: Se había dado mucho bombo a un chico que no tenía nada de especial, uno entre un millón, un jugador de la clase media. El Real Madrid le quedaba grande y el QPR también. Si fuese tan bueno como muchos predicaban se hubiera echado el equipo a la espalda y hubiera contribuido, como mínimo, a salvar la categoría. Es así de simple, no puedes pretender que un jugador que no sabe liderar a un pequeño QPR lidere a un Real Madrid. 

Y no me quiero pasar con el chico, al cual no le quiero quitar mérito, que se que es muy difícil llegar a una Primera división europea, pero todo jugador tiene su tope y Granero hacía tiempo que había llegado al suyo. Ahora tiene una nueva oportunidad en la Real Sociedad y muchos siguen diciendo que su vuelta a la Liga BBVA le hará crecer como futbolista. Sinceramente creo que no dará más de sí y probablemente sea un reto para él mantener un nivel suficientemente alto como para ser titular en Anoeta, aún así como siempre digo ojalá me calle la boca.





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