lunes, 4 de noviembre de 2013

Wenger y sus chicos de oro.

¡El Arsenal es líder! Si amigos, tras unas temporadas en la estacada, clasificándose para la Champions a última hora, los 'gunners' se han rehecho y quieren llevarse a casa el título de la Premier, un trofeo que se les resiste desde la temporada 2003/04 cuando Henry, Pirès, Ljungberg y compañía se metieron a toda Inglaterra en el bolsillo. 

De aquello hace ya 10 años, y todo ha cambiado en el Arsenal salvo una cosa: La presencia omnipotente de Arsène Wenger. El francés se mantiene en pie, luchando contra viento y marea para dar de nuevo con la clave que le llevó al éxito años atrás, y a día de hoy, parece que por fin la ha encontrado. 

Este nuevo Arsenal es un equipo que se adapta perfectamente a la filosofía de Wenger: Pase, pase, pase, pared y gol. Así de simple. Tiene jugadores ideales para hacerlo, un centro del campo compuesto por Arteta y Ramsey como escuderos, y una mediapunta de gala en la que habitan jugadores de la talla de Özil y Cazorla. Una maravilla para los amantes del fútbol. 

Pero siendo críticos y objetivos debemos fijar la mirada en dos jugadores que este principio de temporada están destacando por encima del resto. En primer lugar el ya mencionado Aaron Ramsey. El galés es uno de los pilares básicos de Wenger, a sus 22 años está dejando perpleja a toda la Premier con un repertorio inacabable de pases, jugadas y sobretodo goles. Nada menos que 6 goles que lleva Ramsey esta temporada, superando con creces los números de temporadas anteriores (1 en la 12/13 y 2 en la 11/12), números además muy elevados para un centrocampista. 

Su papel en el centro del campo es vital para el equipo, no solo llega al ataque ayudando a los mediapuntas y al delantero, sino que también se pone el mono de trabajo y baja a defender cuando la situación lo requiere. Podríamos decir que es un 'box to box' clásico, del mismo corte que los Gerrard, Lampard, Scholes...

Pero bueno, continuando con nuestro análisis y dejando de lado a Ramsey, nos encontramos con el otro chico de oro de Wenger, nada menos que su compatriota Olivier Giroud. El ariete galo está que se sale, tras una pasada temporada rodeada de críticas y de reproches está volviendo a ser (e incluso superando) al delantero estrella que vimos en aquel Montpellier campeón de liga. Sus números le abalan, 7 goles y 4 asistencias en lo que llevamos de temporada, unos datos realmente demoledores que probablemente le sitúan a día de hoy en el Top 10 de delanteros europeos. 

Ya no solo son los goles y las asistencias que aporta si no que es un constante en el ataque de su equipo. Todas las jugadas de gol pasan por sus botas, ya sea dando el antepenúltimo pase o haciendo un desmarque que habilita al compañero. Una auténtica pesadilla para el rival.








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